VICIO CORRER


Reportaje de Mario D. Braña

El caso de Víctor Gonzalez demuestra que hay gente para todo. Incluso para correr 100 kilómetros de un tirón sin tener que ingresar necesariamente en el servicio de urgencias del hospital más próximo. Víctor fue, salvo error u omisión, el primer asturiano que acabó esta prueba que -según él- pronto tendrá carácter olímpico. No busca dinero ni popularidad.Correr, para él, es simplemente un vicio. Pero un vicio saludable.

Este empleado de Banca de 41 años se viste de corto de lunes a viernes sobre las 8 de la tarde y sale a correr por las cunetas de los alrededores de Oviedo junto a otros chalados por el atletismo. Corren durante hora y media. Y los domingos más. La costumbre se ha hecho ley. Para ellos el deporte es una necesidad primaria.
Con estos entrenamientos, en invierno y verano, entre coches y humo, Víctor fue adquiriendo la base necesaria para responder a grandes esfuerzos. El gusanillo de la competición hurgó tanto en él que en setiembre de 1983 afrontó por primera vez los 100 kilómetros.

Sáhara santanderino 

Víctor nunca podrá olvidad aquella experiencia. Su debut no pudo llegar en condiciones más adversas. A pesar de celebrarse en Santander, la carrera se disputó con calor casi sahariano: comenzó a las 7 de la mañana, con 26 grados, y cuando Víctor llegó a la meta, sobre las 3 de la tarde, el termómetro había subido hasta los 37. Y, por si fuera poco, iba de novato.

Este asturiano delgado y fibroso no acierta a explicar lo que sintió aquel día, ni cualquier otro de los que afrontó los 100 kilómetros:"Hay que vivirlo para saber lo que se siente. Experimentas muchas sensaciones durante las siete u ocho horas que tardas en llegar a la meta".Tantas zancadas sobre el asfalto provoca muchos problemas musculares, pero Víctor dice que -sobre todo- "hay que ser muy duro cerebralmente".

De todas formas, Víctor no le da mayor importancia a sus logros. Dice que la evolución del atletismo lleva hacia los 100 kilómetros. "porque el maratón ya se disputa al sprint". Y recuerda que en el libro de records figura la prueba Sidney-Melbourne (1.060 kilómetros).El atleta griego Yiannis Kouros los cubrió corriendo 14 horas durante cinco días seguidos.

Campeón de veteranos

En marzo acabó su quinta prueba de 100 kilómetros.En su palmarés también figuran dos Santander-Reinosa (76 kilómetros) y bastantes maratones. Víctor es el actual campeón de España de veteranos.

Víctor tiene la suerte de contar con una familia comprensiva, que apoya y fomenta su atípica afición. La seguidora número uno es su esposa, que sólo reprocha a su inquieto marido los riesgos que corre por no dejar curar bien las lesiones. El ejemplo paterno ha calado en el menor de sus hijos, que aprovecha cualquier momento para hacer kilómetros.

El fondista asturiano va por libre, desde hace veinte años compite como independiente. Entiende el deporte como una satisfacción personal y cree que el profesionalismo y la alta competición esclaviza al deportista. "Aumentan las pasiones y llega a ser muy negativo para el deporte mismo".

Oviedo, en pañales

A pesar de la pompa y repercusión de grandes acontecimientos que se celebran en Oviedo últimamente, Víctor asegura que su ciudad, deportivamente hablando, "sigue estando en pañales".Dice que sirve de poco una milla multitudinaria en la calle Uría, o una reunión espectacular en el Palacio de los Deportes si los atletas populares tienen que jugarse el físico por las carreteras.

Víctor Gonzalez, considera un gasto superfluo la construcción de una pista de tartán en San Lázaro, cuando ya hay una en funcionamiento en Gijón, "que se abre una o dos veces al año para una prueba importante. Lo que hace falta es una de ceniza abierta a todos".

Tampoco a nivel nacional ha apreciado un cambio importante en lo deportivo. "El único cambio lo ha hecho la gente, que ha salido masivamente a la calle a practicar deporte a pesar de la falta de instalaciones deportivas".





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