LARGA DISTANCIA

En los años ochenta surgió la fiebre del maratón en España y en los noventa se mantiene en alza la cifra de candidatos a culminar una carrera de 42.195 metros. Quien prueba, repite y casi todos los hacen por una sola causa, la de rebajar la marca de su bautismo, la autosuperación. Maratón es la palabra mágica que anima a miles de españoles  y a millones de deportistas en el mundo.Entre los veteranos de la carrera que la leyenda ofrece de protagonista al griego Filípides, entre unos pocos superdotados, salió otro gran reto: los 100 kilòmetros. Dos maratones seguidos y 16 kilómetros de propina.Y si hace diez años se contaban con los dedos de la mano quienes se atrevían a competir en esta distancia que asusta sólo de pensarlo, hoy hay cientos de atletas.


                                        Corre, corre, que te pillo 


En septiembre de 1972 se celebra la primera carrera de la historia de los 100 kilómetros, con 68 participantes, y en la actualidad el asturiano Víctor González es el plusmarquista español de la distancia


La historia demuestra que no son tan modernas como cabía pensar las carreras ultramaratonianas. En 1171, un zapatero llamado Gilbert marchó desde Canterbury hasta Londres en un día (106 kms.) ¡ para celebrar su cumpleaños! El ruso Vronov cubrió una distancia similar en 1709, entre la mañana y la puesta del sol.

El capitán Barclay, gran corredor de principios del siglo XIX, corrió dos veces 64 millas (102,9 kilómetros) en 10 horas, desde Charing Cross hasta Newmarket, en 1802; y desde Charing Cross hasta Seaford, en 1805. Pero la carrera de larga distancia  como tal comenzó en 1870 con motivo de las pruebas de los SEIS DÍAS, y fue, precisamente, en estas carreras en las que George Littlewodd obtuvo la mejor marca del siglo con 101,2 kilómetros en 8 horas, en 1884.

En Europa no cuajarían estas carreras pese a la incorporación organizativa de Alemania, Italia y Francia. En 1926, los mexicanos vibraron con el duelo que mantuvieron los indios tarahumare Tomás Zafiro y Leonicio San Miguel entre Pachuca y la ciudad de Máxico (alrededor de 100 kilómetros). Venció  Zafiro apretadamente con un tiempo de 9:37:00, y la prensa informó que al final, ni siquiera palpitaban. Hubo intentos solitarios, continuaciones sin apenas resonancia en Suiza (en Biel se organiza la carrera más antigua), Checoslovaquia y Alemania. Sería en la década de los setenta cuando los 100 kilómetros comienzan a tener una mayor aceptación.
En Millau (Francia), por iniciativa de Serge Cotterau, se celebró en Setiembre de 1972 la primera gran carrera de la historia de los 100 kilómetros, con 68 participantes. Ocho años después, en Santander se organiza la primera carrera española gracias a José Antonio Soto Rojas, un aficionado que participó repetidamente en las carreras del extranjero. Participaron 69 atletas y terminaron 49, entre ellos el asturiano Víctor González, actual plusmarquista nacional de 100 kilómetros en pista.

En Cantabria se impuso Domingo Catalán, con un registro de 6.44.38, que ponía la primera piedra de las competiciones nacionales. El primer hombre en bajar de las siete horas fue Helmut Urbach, en Octubre de 1975, antes de que apareciera en escena, tres años después, el escocés Donald Ritchie, que desde entonces mantiene el récord mundial en pista en un tiempo de 6:10:20. Para que se entienda esta proeza, no hay mejor referencia que añadir que el tal Ritchie corrió los 100 kilómetros de razón de cuatro minutos el kilómetro. La hazaña fue impresionante. Las mujeres tampoco se quedan atrás, ni en los grandes registros. La marca de 7:08:57 conseguida por Brigit Lennartz lo dice todo.

El pionero asturiano Víctor González, tiene en su historial el difícil record de correr en 13 ocasiones los 100 kilómetros concluyendo todas ellas. En diciembre de 1991, en una de las grandes jornadas del atletismo asturiano, batía el récord nacional de la distancia en las pistas de San Lázaro.
Su tiempo de 7:01:48 en las 250 vueltas del recinto ovetense no mejoró su registro de carretera, pero la gesta y el primer y único récord nacional absoluto logrado hasta la fecha en dichas pistas avalan la categoría del fondista asturiano.

En Gijón hubo varios intentos válidos por parte de corredores populares, pero es en Oviedo donde se consolidó la afición ultramaratoniana en un pequeño grupo de atletas del Master Sport.

En los recientes 100 kilómetros de Cantabria, el equipo ovetense logró clasificar a sus tres componentes que consiguieron el segundo puesto por equipos por detrás de Rusia. Víctor González, Francisco Hevia y Santiago Lera fueron los protagonistas.

Francisco Hevia ha concluido en dos oportunidades sus primeras incursiones en carreras de 100 kilómetros. "Víctor González nos arrastró a estas pruebas de gran fondo, nos proporcionó los consejos acumulados por su gran experiencia y poco  a poco varios componentes del club estamos comprobando que con entrenamiento y mentalización se puede completar una distancia que puede parecer insalvable para la gran mayoria. Puedo asegurar que terminar una prueba de 100 kilómetros te recorforta personalmente mucho más que un maratón, es un reto único para el que hay que salir debidamente preparado", asegura el corredor.

"Los entrenamientos son duros, a veces se hacen casi insoportables; pero el que algo quiere, algo le cuesta. Yo he corrido entre otras , el maratón de Nueva York, y es impresionante porque el público se vuelca con todos los atletas. Pero en los 100 kilómetros el apoyo del aficionado es superior, quizá porque nos ven como algo raro y tampoco me extraña", concluye.



16-11-92 Oviedo, A.M. Magdalena para LNE

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