INICIOS 100KM

VÍCTOR GONZÁLEZ, por el placer de correr  

Es el primer asturiano que ha finalizado la prueba de los cien kilómetros

Víctor González no es un empleado de Banca como cualquier otro. Su mundo no se circunscribe a los cheques, las letras o las cartillas de ahorros. El sedentario trabajador mañanero se convierte todas las tardes en un devorakilómetros insaciable. Sin ir más lejos, el sábado día 24 (Octubre 1983) se tragó cien mil metros sin parar, en más de ocho horas de viaje por los alrededores de Santander y desafiando cualquier barrera humana.






Víctor se convertía de esta manera en el primer asturiano que lograba finalizar la prueba de los cien kilómetros. Pero además lo hizo por todo lo alto, con un inesperado -incluso para él- cuarto puesto. Aquellos 42 kilómetros recorridos por Filípides para anunciar el triunfo de su Ejército en la batalla ya empiezan a quedar desfasados.

El interesado no da mayor importancia a algo que podríamos calificar sin duda de heroicidad ("la cuestión es entrenar y entrenar") y señala con toda naturalidad que su próximo objetivo es.... continuar corriendo día a día con sus amigos. El deporte por el deporte se encarna en este hombre de 37 años que empezó practicando el atletismo con ropa de calle. No siente el menor interés por encuadrarse en un club. Sólo pide que los responsables municipales conviertan Oviedo en una ciudad donde todos puedan hacer deporte. Donde él y toda una legión de chiflados puedan correr por el placer de correr.

¿Desde cuando practica Víctor González el atletismo?
Desde los 22 años aproximadamente, un poco tarde. Siempre me gustó mucho hacer ejercicio, pero no me dediqué exclusivamente a una cosa: jugaba al fútbol, hacia montaña, andaba......
Al final preferia las caminatas porque tuve muchos problemas con el fútbol, de golpes y demás. Los domingos me metía, con un amigo, cuarenta kilómetros o así.

- Eso quiere decir que empezó en el atletismo cuando todavía lo practicaban "cuatro locos".-
Sí, sí. Yo iba por Oviedo corriendo con ropa normal, de calle, porque me daba la impresión de que si me veían con ropa deportiva me pondrían como un chiflado, como sucedía de vez en cuando. Como si fuera a algún sitio y tuviera prisa. Tenía una experiencia nefasta de la gente de Oviedo. Yo salía de casa e iba corriendo hasta el Naranco, con un niqui y unos pantalones normales, porque si no me llamaba mucha gente la atención. Desgraciadamente, eso no cambió y seguimos teniendo el mismo problema. Hay mucho....mucho inculto. Hay mucha gente que se ríe de nosotros mientras están en bar tomando un vaso de vino y fumando. Pero qué vamos a hacer. Poco a poco me imagino que cambiará la mentalidad.

"Nunca pensé en dejarlo"
A pesar de estos inconvenientes nunca pensé en dejar el atletismo. En cuanto cogí la aficción seguí adelante. Afortunadamente, poco a poco también se fueron animando los demás, fuí creando un equipo que me acompañaba, la cosa era más animada y más grato de correr.

¿Se dió cuenta Víctor de que tenía unas condiciones apropiadas para este deporte?
Concretamente para el fondo. Siempre fue lo que más me gustó. Nunca me planteé que con el tiempo pudiese lograr algo destacado. Simplemente me gustaba y corría por el hecho de correr, por el placer de correr.

¿Cual  fué su primera prueba de competición?
La primera marathón de aquí, en Oviedo, en 1977. Hasta este año no hubo pruebas populares. Yo estaba con bastante moral, porque aunque no tuviese ninguna experiencia como atleta competitivo, contaba con muy buena base. Lo que pasa es que como era la primera que se organizaba no salió muy bien y hubo bastantes problemas. Yo fuí uno de los afectados por la desorganización y a pesar de todo me salió bastante bien, porque tenía muchos años encima de entrenamiento. Lo acabé en dos horas cincuenta minutos y aquel día se dió a conocer el que ahora es el mejor marathoniano de España, Ricardo Ortega.
 -Con la proliferación de pruebas de carácter popular, ¿se nota algún cambio de la gente hacia los practicantes de atletismo?
Sí, afortunadamente ya queda poca gente que nos mire todavía con malos ojos. Si acaso en la zona rural, pero no le doy demasiada importancia, porque quizá no se den cuenta que ya cumpliste con tu obligación y lo que haces -en todo caso- es evadirte, decargar un poco el peso de tu trabajo diario.

¿Por donde se entrena normalmente?
Por la carretera, claro. Los que practicamos el atletismo nos estamos jugando el tipo todos los días porque no hay donde entrenar. El sitio ideal seria el Naranco. Siempre comentamos que seria ideal que el Ayuntamiento pudiera aprovechar alguna zona adecuada que la hay. El ingeniero que hizo el Parque de Invierno se lució; no sé como calificar la pista que construyeron allí, pero desde luego eso no sirve para entrenar ni nada que se le parezca. Para un fondista, como complemento, también es bueno entrenar en pista, pero tampoco tenemos facilidades, porque las que hay están en manos de cuatro señores y no puede entrar nadie que no sea socio. Incluso en el Palacio de los Deportes, la última vez que fuí allí a entrenar me exigieron una cuota bastante elevada, además de que sólo tienen previstas tres horas a la semana para este tipo de actividades. No veo esto muy razonable, ya que se trata de una instalación municipal construida con el esfuerzo de los habitantes.

Un monumento
 -Yo le doy mucho mérito a las personas que salen a correr en todas las pruebas, aunque sepan de antemano que no van a tener  ningún premio a su esfuerzo. Son merecedores de todos los aplausos porque van simplemente por aficción. A ésos si que había que hacerles un monumento. A la Federación no podemos exigirle nada porque tiene muy poca subvención, pero si al Ayuntamiento, que podía dedicar una cantidad todos los años para fomento de instalaciones deportivas a nivel popular.

 -¿Qué prueba le dejó más satisfecho?
 -Lo más meritorio fue en la última marathón de Oviedo, hace dos años, cuando logré una marca aceptable: 2:32:07, sexto en la general y primer asturiano. El año pasado también conseguí ganar la primera marathón que se celebró en Valladolid.

 -¿Como se planteó acudir a los cien kilómetros de Santander?
 -Hace muchos años que ya sentía el interés de hacer esa distancia. De hecho, en aquellos años de aventuras, de hacer machadas, ya cubrí cien kilómetros andando de Oviedo a Celorio. Aunque fuera andando, y en 14 horas, ya sabía lo que era hacer esas distancia. O sea, psicológicamente estaba bien preparado.

 -¿Qué diferencia existe entre esta prueba y la marathón?
 -Hay que cambiar, pensar totalmente distinto. Para preparar los cien kilómetros cambié los entrenamientos completamente durante tres meses. Sólo me preocupé de hacer kilómetros. No hice suficientes porque no puedo llegar a entrenarme tres o cuatro horas diarias como hace esa gente.

 -En Santander hubo un problema añadido: el calor.
 -Sí, porque había 26 grados a la hora de salir y 37 cuando llegué a meta. Fue terrible y la prueba es que de los 140 que salimos sólo acabamos 70.

 -¿Hubiese supuesto una decepción no acabar la prueba?
 -A no ser que sufriese una lesión yo acababa porque psicológicamente no te nía ningún problema.

 -Eso significa que había confianza por la preparación meticulosa. Pero en unas pruebas tan largas pueden presentarse imprevistos: desfallecimientos, flatos...
 -En una marathón de Madrid corrí 41 kilómetros con flato. O sea, que ya sé lo que es sufrir y pasar por todo. Pero es que soy un hombre al que nunca le gustó retirarse. Me precio de haber llegado siempre, sea como sea.

 -¿Qué proyectos tiene Víctor González en perspectiva?
 -Simplemente seguir entrenando con mis compañeros y amigos.

 -¿La familia no se queja de esta aficción suya por el atletismo?
 -No hay ningún problema. Además, lo que yo digo:si prefieren que me meta en los chigres a fumar y beber, entonces cambio.

 -¿Quién es el mejor fondista asturiano?
 -Lo está demostrando Moncho, del CAU, que fue el que hizo este año la mejor marca provincial de marathon en el Campeonato de España.

 -¿Qué pediría a los responsables municipales para que Oviedo mejore en dotaciones deportivas?
 -Hay que mejorar todo. En el aspecto deportivo estamos prácticamente en pañales. Conozco Valladolid y veo que hay una Comisión Municipal deportiva que parece que funciona muy bien. Eso es lo que echo en falta aquí. Yo creo que si el Ayuntamiento tuviera la iniciativa de dejar encargados a algunos señores que de verdad sientan el deporte y que contasen con algunos medios, harían cosas interesantes. Está visto que tiene que ser gente a la que de verdad le guste el deporte. Es claro que la Federación poco puede hacer porque no tiene medios económicos. Los más indicados -porque tampoco supondría mucho dispendio respecto al presupuesto general del año- sería el Ayuntamiento.
   Tiene las ideas muy claras Víctor González sobre las soluciones para esta situación. Tan claras como cuando afirma que "no considero al atletismo profesional, porque entonces deja de ser deporte. O es deporte o es profesión". Sin duda, uno de los últimos seguidores a rajatabla del espíritu del marqués de Coubertain.

Entrevista realizada a Víctor González el 2 de Octubre de 1983 por Mario D. Braña



No hay comentarios:

Publicar un comentario